Momentos Didácticos
Parte del proceso de aprendizaje-enseñanza incluye el uso de momentos didácticos. Estos momentos didácticos son las herramientas que utiliza el docente para promover el desarrollo cognitivo de los alumnos mediante el uso de diversas estrategias de aprendizaje. Es a través de este medio que deseamos compartir la importancia del correcto desarrollo de cada uno de los momentos que conforman el proceso educativo, con el fin de promover los procesos de enseñanza-aprendizaje en la práctica educativa.
Los siguientes son los momentos didácticos más utilizados:
Diagnóstico
Imagínese ser profesor en un salón de clases nuevo. Comienzas a enseñar una lección solo para encontrarte con miradas de confusión por parte de tus alumnos. Cuando les pregunta a los estudiantes si entienden lo que está enseñando, responden que no tienen idea de lo que está hablando. Ahora imagínese enseñando esa misma clase después de realizar una prueba preliminar para determinar lo que los estudiantes ya saben sobre el tema. ¿Qué escenario suena preferible? ¿Cuál resultaría en una mejor experiencia tanto para el profesor como para los estudiantes?
La evaluación de diagnóstico es una forma de evaluación previa que le permite al maestro determinar las fortalezas, debilidades, conocimientos y habilidades individuales de los estudiantes antes de la instrucción. Se utiliza principalmente para diagnosticar las dificultades de los estudiantes y para orientar la planificación de las lecciones y el plan de estudios.
Planeación
Para comenzar con la planificación de la lección, es importante conocer las metas y los objetivos del curso que se imparte a los estudiantes. Un maestro debe estar preparado no solo para enseñar a los estudiantes, sino también para asegurarse de que tengan algún pensamiento fructífero sobre la lección al final de la clase. Los propósitos y objetivos deben responder preguntas sobre todos los ángulos del curso. Las preguntas podrían ser como las siguientes:
¿Cuál es el tema del curso?
¿Qué deben comprender los alumnos sobre la asignatura?
¿Qué deben extraer de la asignatura al final de la clase?
Sobre todo, la secuencia de estas preguntas es muy importante. Además, será más fácil planificar la lección una vez que se respondan estas preguntas.
Tiempo de cada componente de la lección: el tiempo ayuda a organizar la lección, pero siempre se puede ajustar según las necesidades de los alumnos. A veces, no importa cuánto planean los maestros, las lecciones no salen según lo planeado y las partes deben repetirse según la comprensión de los alumnos. Mantenerlo a la vieja usanza, con un pequeño temporizador ayuda. También puede descargar uno de Internet y mantener un registro de actividades. El tiempo típico para cada componente de una lección varía, pero puede ser algo como esto para una lección de 1 hora:
Calentamientos: 5 minutos
Introducción: 2 minutos
Presentación: 18 minutos
Comprobación de comprensión: 7 minutos
Práctica guiada: 23 minutos
Cierre y asignación de tareas: 5 minutos
Ejecución
Es importante darse cuenta de que la lección mejor planificada no sirve de nada si no se observan procedimientos de impartición interesantes, junto con buenas técnicas de gestión del aula. La coherencia es de suma importancia en la implementación de un plan de gestión del aula.
Todos los profesores deben comprender que no son una isla en sí mismos. La filosofía educativa del distrito y la singularidad de sus escuelas deben ser la fuerza guía detrás de lo que ocurre en el aula. El código de disciplina de la escuela, que debe ser justo, responsable y significativo, debe reflejarse en los esfuerzos de gestión del aula de cada maestro.
· Establecer un ambiente de clase positivo
· Empiece las lecciones dando instrucciones claras
· Mantener la atención de los estudiantes
· Utilice el ritmo adecuado
· Proporcionar asiento adecuado
· Evalúe lo que ha sucedido en su lección.
· Haga una transición suave al siguiente tema
· Desarrollar relaciones positivas entre maestro y alumno
Evaluación
La evaluación debe ser auténtica. Debe basarse en las actividades y procesos naturales que realizan los estudiantes tanto en el aula como en su vida cotidiana. Por ejemplo, depender únicamente de los procedimientos de evaluación formalizados podría enviar una señal a los niños de que el aprendizaje es simplemente una búsqueda de "respuestas correctas". La evaluación es intrínsecamente más compleja que escribir un examen, dárselo a un grupo de estudiantes, calificarlo y devolverlo con algún tipo de calificación con letras. De hecho, implica una combinación de procedimientos y diseños que no solo miden el trabajo de los estudiantes, sino que también los ayudan a crecer en el proceso.
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